La calidad de una institución se reconoce cuando ésta ha definido su misión y ha planificado todo el quehacer de acuerdo con sus postulados, además de haber establecido objetivos y metas que sean evaluados mediante indicadores para determinar los logros alcanzados.
Este proceso será llevado a cabo dentro de la dinámica organizacional de la Institución, independiente del contexto en que se encuentre, esto es, tanto en la sede central como en las regiones donde ésta haga presencia.
Bien es sabido que la calidad debe ser una característica propia de la identidad de la Uniclaretiana, en aras de asumir con eficacia la responsabilidad social que le compete como una organización prestadora de un servicio público, en este caso la educación.
En este contexto, la Institución pretende que su calidad académica y administrativa obedezca a los postulados de sus principios y fines, y no al afán por acceder a reconocimientos, que aunque son de gran trascendencia, no constituyen para ella un objetivo en sí mismo.
Ahora bien, la autoevaluación es una actividad continua dentro del desarrollo de las actividades académicas y administrativas de la Institución, de los resultados de ésta se emprende toda la labor del mejoramiento de la calidad Institucional.
Por consiguiente, la autoevaluación, el plan de desarrollo y el Sistema de Gestión de la Calidad, constituyen la triada para la ejecución del direccionamiento estratégico, representado en el Proyecto educativo Institucional PEI.
La triada como instrumento dinamizador de la estrategia entra a jugar entonces un papel relevante en la búsqueda de la calidad, porque permite la planeación, la coordinación y el control de los objetivos misionales a través de los procesos del Sistema de Gestión de la Calidad, así como la formulación, coordinación y control de los proyectos del plan de desarrollo.